¿Qué tipo de procesos son aptos para un robot colaborativo?

Los robots manipuladores son aptos para un gran número de procesos, siendo los más habituales los siguientes:
- Manipulación de piezas
- Alimentación de máquinas
- Pulido y desbarbado
- Pegado, dispensado y soldadura
- Seguimiento de trayectorias
- Montaje
- Pick&Place
- Empaquetado y paletizado
Un robot colaborativo es:
- INTUITIVO para que resulte fácil configurarlo y trabajar con él.
- SENSITIVO para eliminar daños en las personas en caso de contacto físico.
- SEGURO, ya que permite asignarle tareas poco ergonómicas, monótonas reduciendo así las lesiones.
- DE RÁPIDA INSTALACIÓN, reduciendo el tiempo necesario para su puesta en funcionamiento.
- FLEXIBLE, se reasignan fácilmente a múltiples aplicaciones.
Los beneficios:
1. Interacción hombre-robot en los entornos productivos.
Su función es trabajar en armonía con un operario humano con su misma fuerza y rapidez. En un entorno colaborativo, una persona aporta destreza, flexibilidad y la capacidad de resolver problemas, mientras que un robot colaborativo ofrece fuerza, resistencia y precisión en la realización de la tarea en cuestión.
2. Herramientas que ayudan y hacen el trabajo más fácil.
Lejos de reemplazar trabajadores humanos, los robots mejoran su productividad, liberándoles de tareas monótonas y repetitivas y permitiéndoles centrarse en trabajos más complejos o finalizar la tarea en colaboración con el robot en un espacio compartido.
3. Mover y reubicar el robot en función de las necesidades productivas.
La robótica colaborativa ofrece la posibilidad, además, de mover y reubicar el robot dentro de la planta en función de las necesidades productivas, ofreciendo soluciones más flexibles para las líneas de producción.